En las primeras páginas del cómic La vida es buena si no te rindes de Seth nos encontramos con las características que marcan tanto el estilo como el tema. La historia de una búsqueda que lleva al protagonista a enfrentarse con su pasado y con las relaciones con los demás, todo marcado por su actitud particular anclada en su crítica constante a un presente que no le aporta nada y la compra de un pasado idealizado. Como dice el propio personaje: «Soy demasiado duro. Cuando critico no solo opino, yo sentencio».
El estilo está marcado por el uso de tres colores: negro y blanco, además de un gris azulado. Según la temática que esté tratando en cada una de las viñetas podemos comprobar que tiene un mayor predominio de uno de ellos. En la vida real el color blanco es el predominante, cuando existen sueños o elementos nocturnos queda claro con el color negro y el tono gris azulado es la sombra que marca el movimiento y la profundidad en los escenarios.
La temática está marcada por el protagonista de la historia, con tintes autobiográficos ya que utiliza su propio pseudónimo Seth —aunque yo siempre prefiero marcar una cierta distancia con este tipo de personajes—, la vida que gira alrededor del mundo de la ilustración pero que su mirada surge de la subjetividad sobre todos los asuntos que trata, desde un punto de vista que podríamos llamar existencialista y que está presente en todos los ámbitos de la vida de este personaje.
A este personaje principal le acompañan pocos personajes ya que su ámbito vital está marcado por una soledad que es rota por la aparición de ciertos elementos que aportan una visión para redondear a nuestro protagonista. En un primer círculo nos encontramos: con su madre y su hermano Steve, que son los cimientos familiares que son utilizados para remarcar la actitud particular del protagonista; y después nos encontramos con su amigo Chet, un personaje muy profundo y que aporta el aspecto contrario a los pensamientos del personaje principal. En un segundo círculo existen: una única relación femenina que tiene en la figura de Ruthie, marcada por una ruptura que no tiene explicación para ella y que nosotros como espectadores podemos llegar a entender; después tenemos al ilustrador Jack Halloway - Kalo que define la búsqueda que encontramos en todo el cómic, un personaje fantasma que permite a nuestro protagonista que conozcamos otros lugares y otros personajes que son secundarios de lujo ya que permite la reflexión de Seth.
Fuente: SALAMANDRA GRAPHIC
Presente a lo largo de las páginas nos encontramos con un personaje que no es persona pero que permite disfrutar de los momentos más plenos en la narrativa, los espacios y los lugares, lugares que siempre son observados en silencio y que nos sitúa en un punto de vista de primera persona, acercándonos a la profundidad que nos quiere transmitir el protagonista, especial me resulta la aparición continua del espacio, en un color negro donde la mirada se pierde en un espacio oscuro, ilimitado, lleno de oscuridad y completamente inabarcable.
Dentro de la temática vemos que nuestro personaje está en la búsqueda y captura de un ilustrador del pasado que tiene muchos nexos en común con Seth, ya que además de dedicarse a lo mismo el propio personaje nos indica que las similitudes de dibujo y seguramente de condiciones laborales son las mismas, esa búsqueda/ obsesión está relacionada con el afán de rescatar un pasado que ya no existe y que está idealizado, en contraposición con un presente vacío y con falta de sentido; recordemos que el sentido siempre está otorgado por esa mirada del protagonista, nosotros como lectores podemos comprobar como la situación no ha cambiado mucho y que se sigue manteniendo en el tiempo; de ahí el doble juego de los mismas características que encontramos en los personajes.
Lo más interesante para mí, además de la historia principal y la curiosidad que genera, estaría en las reflexiones que inundan los bocadillos, tanto del personaje principal como de los otros personajes que se va encontrando en el camino. Una idea está por encima de todo: evitacionismo, concepto que nos define la visión que el propio personaje tiene sobre sí mismo y cuáles son sus bases de vitales en una tira de Peanuts: «Linus está hablando con Charlie Brown, y cito: «No me gustan afrontar los problemas. Creo que la mejor manera de solucionar los problemas es evitarlos. Esa es mi filosofía…».
Un cómic que entra dentro de la historia de los ilustradores de The New Yorker y de otras publicaciones a través de la mirada de un ilustrador que siente nostalgia de un tiempo pretérito que idealiza y que acompaña de un vacío existencial que nos define el tono que emplea el creador en toda su obra; el absurdo de la existencia de un personaje que no sabe encajar en el mundo actual.
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